A principios de los años 60 seguimos en paralelo la evolución de una joven aspirante a modelo, Shrimpton (Gillan) y un ayudante de fotógrafo con ganas de volar solo, Bailey (Aneurin Barnard), hasta que ambos se encuentran primero por azar en un pequeño estudio fotográfico, y después en la sede de la prestigiosa Vogue británica. Se conocen y se lían, lo cual es un pequeño escándalo familiar en los rurales y conservadores Shrimpton, ya que Bailey es un hombre casado. En un momento dado, al fotógrafo se le ofrece la posibilidad de realizar un reportaje de moda para la revista que represente las nuevas tendencias juveniles en Nueva York. Y él pide que la modelo sea Shrimpton a pesar de la oposición de la conservadora Lady Clare (Helen McCrory), editora que les acompañará a la gran manzana. Las cosas no serán fáciles pero supondrá el lanzamiento de la carrera de ambos.