La marquesa de Rionero es asesinada por Carlo Basileo, sobrino del notario, después de robar unas joyas. La pequeña Beatrice, hija de la marquesa, durante la tragedia cae y se queda ciega. Años después, la muchacha acepta la corte de Carlo, que ambiciona su herencia, y se casa. Un joven oftalmólogo, cuyo padre fue acusado injustamente de matar a la marquesa, devuelve la vista a Beatrice que reconoce a Carlo como el verdadero asesino. Está a punto de matarla, pero el oftalmólogo la salva.