Groucho Marx, ayudado por los juguetones Harpo y Chico, organiza un caos en cada planta -e incluso en las paredes y techos- de un gran almacén. En el intento de cortejar a su eterna Dulcinea, la encantadora viuda Margaret Dumont, Groucho empeora la maraña de una feroz intriga de altos ejecutivos.