Martine Bressac sale de una clínica psiquiátrica después de un año de tratamiento y su chófer, Mathias, la lleva a casa. Ella es bienvenida por el demente jardinero jorobado Malou y la muda sirvienta Adèle, y exige con impaciencia la llave de su misteriosa cámara privada. Allí, expuestas como exhibiciones en un trabajo de cera, están los cuerpos de hermosas chicas congeladas en posturas de terror en el punto de la muerte. Con la ayuda de Mathias, Martine acaba de agregar a otra niña, una prostituta, a su colección cuando su esposo y cómplice, Charles, llega a casa con las diapositivas de otra posible víctima: Cécile, la hija virginal de un diplomático ...